Buscando una luna...

Cuenta la leyenda que en el pueblo dejaron de comer pesacado el día en que el pescador se enamoró. Cargado de sueños y lleno de versos, escuchó las demandas de la Sirena... que en sus cantos le pidió la luna. Convencido de sus posibilidades y arropado por la fe de su Amor, el pescador le prometió traerla a sus pies. ¿Podría conseguirlo un simple pescador? ¿Era sólo parte de su locura o quería vivir su leyenda personal? ¿Son los sueños lo que nos aleja de la realidad o son lo que nos acerca a nuestras esperanzas?
Desde ese momento el pescador, que sólo sabía hacer lo que siempre había hecho, creyó tener la solución para atrapar la luna. Si había utilizado una red medio rota para capturar peces y alimentar la aldea, ¿porque no podía tejer una gran red para atrapar la luna y alimentar sus sueños?... Cogió las pocas redes que le quedaban, las reparó y empezó a unirlas... fue trenzando de nuevas y no desesperó en darse el tiempo que necesitara para hacerlo.
No le importaba tejer y tejer... porque tenía la fe de poder bajar la luna a los pies de su sirena. Decidió contarle la historia a su amada... pero, ¿Lo entendería ella? ¿Ganaría su fe? ¿Buscarían juntos el tiempo para hacer crecer su sueño?... El tiempo se lo diría... lo único cierto es que la aldea se quedó sin más pescado... Todo sueño implica sacrificios... anyplace, anywhere, anytime.